domingo, 13 de diciembre de 2015

El sufismo no es una terapia


El sufismo no es una terapia, ni es un conjunto de ejercicios de respiración, relajación o meditación. No es danzas exóticas y cánticos agradables, ni es sesión de cuentos, ni recitación de poemas, ni comunicación secreta de saberes herméticos, ni la iniciación a un grupo elitista.

El sufismo es vivir el Islam con nobleza e intensidad hasta la sabiduría y hasta la paz absoluta. 
Es la emoción del musulmán en el Islam. Es su Tradición en la que cada gesto encuentra una significación abismal.
 El sufismo es reconciliación con la vida y con el Creador de la vida.

Es subordinación total al Señor de la vida, fluyendo en paz con su Voluntad hacedora de cada instante. 
Es entregarse a Allah sin amaneramientos ni tonterías. 

Es la belleza que embriaga a los enamorados de Allah y de su Mensajero. 

Para ser sufí hay que ser “severamente” musulmán.


Extraído del Libro Dialogos con Siraj Baba


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