lunes, 14 de diciembre de 2015

Camino sufí


Los Sufís, contrario a otros místicos, o supuestos poseedores de conocimientos especiales, tienen la reputación de ser altaneros. Esta altivez, ellos mismos dicen, solamente se debe a que la gente no comprende su comportamiento.
"Una persona", dicen ellos, "que pudiese hacer fuego sin frotar varas y que lo dijese parecería altanera a alguien que no pudiese hacerlo.

También tienen la reputación de ser extremadamente generosos.
Su generosidad, dicen ellos, es en las cosas que realmente importan. 
Su generosidad, con las cosas materiales, solo es un reflejo de su generosidad con la sabiduría. 
La gente que quiere estudiar el camino Sufí a menudo practica la generosidad con cosas materiales, en un intento de lograr llegar a una forma superior de generosidad.


Sabiduría Sufi

IDRIES SHAH

Si amas, entrega tu Ego


El Profeta (swas) le preguntó a Hz. Ali qué le daría a su mujer Hz. Fátima (ra). Ali Rasulallah (swas) le preguntó a Hz Ali (qs) : “¿Qué le entregarías a tu amor?”
Y el Profeta (swas) le respondió: “Lo que tienes que darle es tu NAFS.”

Porque el EGO no ama a nadie.
Entonces si estoy con una persona a la que digo amar, debo entregarle mi NAFS. Si se entrega el NAFS a alguien, ¿qué queda de nosotros? El corazón. Que es lo que siempre fuiste.

El NAFS es lo que crees ser. 
La relación NAFS-NAFS es falsa, temporal, no dura. 
Porque el NAFS no acepta a alguien más importante que él. 
Es sacarse todas las caretas. Si no, no hay relación. Sino es una relación superficial. Si me gusta más, me conviene más, cambio. Eso no es relación, es el NAFS, no existe, es ilusión. No hay relación. 
Cuando uno dice entregar el Nafs, ¿a qué se refiere? 
Entregar tus miedos. Esa es la esencia del nafs. Cuando amas a una persona, blanqueas tus miedos.

Extraído del Libro "Historias de Siraj Baba"


domingo, 13 de diciembre de 2015

Las pruebas de Dios


Dijo el Profeta Muhammad (swas): "Allah ha creado tanto al carnicero como a la bestia que ha deshuesado". Se entra al Paraíso según lo que cada uno ha hecho (16:32).

Sin embargo el Profeta Muhammad (swas) dijo: "Ninguno entrará al paraíso por la fuerza de sus propias buenas acciones". 
Se le preguntó “¿Ni siquiera tu mismo?” Y el Profeta Muhammad (swas) respondió: "Ni siquiera yo mismo a menos que Allah me cubra con Su Misericordia".
Recordemos que Allah nos ha prohibido prestar atención a cualquier otra situación aparte de la situación en la cual Él nos ha puesto. Nos ha equipado, alimentado y preparado. Nos ha hecho conscientes que cualquier cosa mas allá de Su decisión es una tentación. 
Con esto prueba a Su gente. Que mejor que aceptar Su decisión.


Sobre el Conocimiento...


Existe una diferencia entre el conocimiento de los Profetas, amigos de Allah y el de los científicos.
El conocimiento de los profetas y de los amigos de Allah llega de la puerta del alma que se mantiene abierta hacia el mundo espiritual. 
El conocimiento de los hombres científicos es producto de las puertas abiertas de su alma conectada con el mundo material y de lo recibido de los cinco sentidos.
Es imposible para este último tomar conocimiento del mundo espiritual.
Dios dice: “Primero arrojo luz en su alma y como resultado difunden las noticias provenientes de Mi”.
 En estos casos Dios les regala un conocimiento que anteriormente les era desconocido. El mismo los quita de las dudas y de otras varias dificultades. Así le otorga “conocimiento sin educación” y “comprensión natural sin experiencia”.

Sendero de Conocimiento, Iman Al Gazzali (qs)



El sufismo no es una terapia


El sufismo no es una terapia, ni es un conjunto de ejercicios de respiración, relajación o meditación. No es danzas exóticas y cánticos agradables, ni es sesión de cuentos, ni recitación de poemas, ni comunicación secreta de saberes herméticos, ni la iniciación a un grupo elitista.

El sufismo es vivir el Islam con nobleza e intensidad hasta la sabiduría y hasta la paz absoluta. 
Es la emoción del musulmán en el Islam. Es su Tradición en la que cada gesto encuentra una significación abismal.
 El sufismo es reconciliación con la vida y con el Creador de la vida.

Es subordinación total al Señor de la vida, fluyendo en paz con su Voluntad hacedora de cada instante. 
Es entregarse a Allah sin amaneramientos ni tonterías. 

Es la belleza que embriaga a los enamorados de Allah y de su Mensajero. 

Para ser sufí hay que ser “severamente” musulmán.


Extraído del Libro Dialogos con Siraj Baba