lunes, 30 de marzo de 2015

La actitud del creyente


Uno de los aspectos de la ilusión onírica en la que los infieles estan sumidos es el de no prestar atención a las bendiciones de la naturaleza, dándolas por supuestas. Estar despierto a la realidad significa no sólamente trasladar las esperanzas de uno de este mundo al venidero, sino también maravillarse en este mundo por los signos de Dios que en él se manifiestan: 
Bendito sea Quien ha puesto las constelaciones en los cielos y entre ellas ha puesto un luminar y una luna luminosa. Y Él es Quien ha hecho que la noche y el día se sucedan, como signo para quien quiera reflexionar o quiera dar gracias. (XXXV, 61-62)
-Fragmento de "Muhammad" de Martín Lings-


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