sábado, 20 de septiembre de 2014

La Verdad no cambia



La Verdad no cambia: la gente cambia. 
El camino del Sufismo es la eliminación de cualquier intermediario entre el individuo y Dios. La meta es actuar como una extensión de Dios, no como una barrera.

Ser un derviche es servir y ayudar a otros, no solamente sentarse y rezar.
Ser un verdadero derviche es levantar a aquellos que han caído, enjuagar las lágrimas de los que sufren y confortar a los huérfanos y a los que están solos. 
Gente diferente tiene capacidades diferentes. 
Unos pueden ayudar con sus manos, otros con su lengua, otros con sus oraciones y otros con sus riquezas. 

Puedes llegar allí por ti mismo, pero éste es el camino más difícil.

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