miércoles, 5 de febrero de 2014

Sé como el Agua


Cuando se queda sucia, embarrada y turbia, el agua se queda asombrada, como nosotros, por haberse ensuciado en la tierra. 
Eleva su voz desde lo más profundo e implora al Todopoderoso.
Entonces Él la vaporiza y eleva hacia el cielo, la lleva por varios caminos en los que se purifica completamente. Después, la vierte de nuevo en la tierra, a veces en forma de lluvia, a veces como nieve, y a veces como granizo. Finalmente, la dirige hacia el vasto océano.

Acércate al Todopoderoso y purifica tu corazón de toda la suciedad, 
al igual que hace el agua.
Transfórmate en lluvia.
Derrama abundancia y misericordia.

Hz.Mevlana Rumi (qs)




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