viernes, 23 de enero de 2009

Sharia, Tariqa, Haqiqa, Marifah...

Bismillah...

La exaltada Tariqa es el alma de la Sharia, la cual corresponde al cuerpo físico. La Sharia, divinamente decretada, y promulgada por el noble Mensajero, prescribe nuestros deberes religiosos y obligaciones.


Bajo la Sharia la persona está obligada a realizar la oración ritual.

Pero la sincera devoción no puede ser inducida por la fuerza.

La Sharia representa las palabras comunicadas por el Mensajero de Allah (swas). La Sharia determina lo que debe hacerse; qué es un buen acto. Es escuchar y obedecer.
El Tariqa representa las acciones del Mensajero de Allah, que es, su religiosidad y su conducta y comportamiento mundano. Se le enseña a la persona cómo ofrecer sus rezos a Allah con verdadera sinceridad, de tal forma que él también comienza a experimentar el gozo de la adoración.

El Tariqa inspira nuestras acciones (cómo se realizan) con pura intención y sincera devoción, a través del Camino de la Verdad. Enseña cómo los actos de adoración y las buenas obras deben ser realizadas por causa de Allah y Su Aprobación, dándole al adorador una prueba de Divino Placer.
Si la Sharia tiene que hacer escuchando y obedeciendo, el Tariqa es acerca de ver y conocer, comprender.
Pero el primer paso es escuchar y obedecer, es decir seguir la Sharia; esto implica renunciar a querer ver y comprender. Se sigue el Corán, y las palabras del Profeta (swas); se cumple con lo prescripto.

La Tariqa implica un paso más, y ya define las acciones del Profeta (swas), la Sunnah, expresada en los Hadices; su comportamiento. Siguiendo sus acciones, su ejemplo, es que nos puede regalar la verdadera devoción en los actos, y quizás nos permitan ver y comprender.

Más allá de la Tariqa, se encuentra Haqiqa, el bendito estado del Profeta (swas), y aún más allá Ma’rifa, que representa el sublime Misterio del Mensajero de Allah (swas).
En una historia que habla acerca del encuentro de Khidr con el Profeta Musa (as), en donde el Profeta Musa le cuestiona su proceder al Khidr, él le responde “…No lo hice por decisión propia”.

Hay maestros que transmiten conocimiento desde lo que saben, sobre lo que han oído, que se denomina Ilm el Yakiyn. El conocimiento es en base a su opinión, a su criterio. Otros, enseñan inspirados en la Divina Sabiduría (Marifah), se encuentran en estado de verdad (Haqiqa); esta enseñanza es Hakk el Yakiyn, en donde su completo ser ha sido transformado.

Hd. Ibn Arabi (ks) un día se cayó de su caballo y se quedó allí en el suelo sin moverse. Sus compañeros, terriblemente preocupados, trataron de ayudarlo a pararse, pero él dijo: “Déjenme, estoy intentando encontrar el Capítulo y en cual Verso Allah El Más Elevado menciona este accidente.” Él ciertamente no se refería al Qur’an escrito, sino al Qur’an en el cual él se había convertido.

En este estado de Haqiqa se abandona la comprensión, y se guían por un Conocimiento Superior. Tal es el estado del Khidr, quien tiene conexión directa con ese Conocimiento, y es el que intentaba enseñar a Musa en sus acciones. Finalmente, lo expresó en palabras a Hz. Musa (as), ya que él quería comprender:

“El hombre es desatento a las intenciones de Allah en lo que sucede alrededor suyo, y ciertamente no las comprende en lo que sucede. Esto solo es posible de saber cuando un murid deja su identidad y se convierte en su sheikh (Fana fi sheikh). Es sólo allí recién en donde uno puede realmente conocerse a uno mismo. El ser es algo a ser conocido, pero es solo el alma que puede conocer el ser. Este es el significado de «Aquél que se conoce a sí mismo conoce a su Señor».”

El alma (Ruh) es quien conoce al ser (Sirr), el Secreto. El Sirr es el impulso que recibe el corazón. Aquel que conoce este impulso, el Sirr, conoce a su Señor, Su intención en ese momento; aquel que es una persona conciente, de lo que le sucede y de las señales de Allah, se mueve en resonancia con su corazón. Está en Haqiqa.

Entonces, resumiendo:
Sharia – lo que se debe hacer.

Tariqa – Cómo se hace con devoción.

Haqiqa – Cómo se hace de verdad.
El Sirr, el impulso del corazón, que impacta en el corazón y genera acción. Para seguir este impulso, hay que deshabilitar la comprensión y los mecanismos y estructuras desde la que uno se maneja. Entonces, esa acción genera resultados.

El puente, la bisagra para ir de la Sharia, de escuchar y obedecer, hacia la Tariqa, poder ver y comprender, es el no opinar. No tener criterio propio. “El hombre es desatento a las intenciones de Allah…”

En el bote en el cual el Khidr destruyó, siguiendo el Conocimiento Divino, un pájaro apareció en el hombro del Khidr y cantó en su oído; Khidr le preguntó a Musa: “Sabes, O Musa, lo que me dijo el pájaro? Que mi conocimiento y tu conocimiento unidos, se comparan al conocimiento de Allah El Mas Elevado, como una gota de agua en mi pico comparado con éste océano que nos rodea.”
Allah Sabe más.

Muzaffer Ozak (ra)

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